jueves, 31 de octubre de 2019

ESSALUD Y SUS BRECHAS ASISTENCIALES



En una entrevista reciente, la presidenta ejecutiva de ESSALUD, Forella Molinelli, ha declarado que existe una propuesta -remitida a través de un informe de la OIT- destinada a reducir las brechas asistenciales, estimándose ésta a nivel de infraestructura en S/ 32,000 millones, y en recursos humanos se calcula en 9,000 enfermeras y 5,000 médicos que necesitaría para asegurar la atención de los asegurados dentro de los tiempos oportunos.

Para ello, con el fin de aprovechar los recursos disponibles, ha señalado también el uso de infraestructura de la Sede Central -esto en relación a la Torre Trecca- para las atenciones ambulatorias de asegurados a nivel de Lima y Callao. Cabe señalar que dicho edificio cuenta con más de 50 años de iniciado su construcción, y requiere de la habilitación urbana correspondiente, la cual ha sido prometida en numerosas ocasiones. Esto sólo para dar un panorama con respecto a la problemática de contar con una infraestructura adecuada, la cual junto al recurso humano, equipamiento e insumos suelen limitar la oferta de servicios.

En este contexto, es oportuno preguntarse ¿De dónde se estimó la brecha de recursos en ESSALUD?, ¿Se ha considerado las variables poblacionales y de tipo de prestaciones que se brindan a los asegurados? ¿Cuáles son los criterios que han predominado para un cálculo exacto como el presentado por la Presidencia Ejecutiva?

Hacemos estas interrogantes debido a que la OMS ha establecido dentro de sus acuerdos el "Proyecto de estrategia mundial de recursos humanos para la salud: personal sanitario 2030", cuya perspectiva busca acelerar el logro de la cobertura sanitaria universal y los objetivos de desarrollo sostenible, garantizando el acceso equitativo al personal de salud dentro de sistemas de salud reforzados. Así, se establecen objetivos estratégicos destinados a lograr el máximo desempeño, calidad e impacto del personal de salud mediante políticas de recursos humanos para la salud; alinear la inversión en recursos humanos para la salud con las necesidades presentes y futuras de la población y de los sistemas de salud; fortalecer la capacidad de las instituciones en el plano subnacional, nacional y regional y mundial; y reforzar los datos sobre los recursos humanos para la salud, a fin de supervisar la aplicación de las estrategias nacionales y regionales


Este aspecto comprende en nuestro entorno al Seguro Social, dado que es un ente público encargado tanto de la prestación de servicios como de su respectivo financiamiento, y cuyo funcionamiento guarda relación con lo normado por el ente Rector. Dicho esto, existe una postergación de la política de recursos humanos a nivel del Sistema Nacional de Salud que no ha resuelto aspectos como las competencias de los profesionales de la salud, la organización de los servicios y la brecha tecnológica y de infraestructura, situación que alcanza también a ESSALUD, cuyas Gerencias y Oficinas Centrales deberían efectuar una evaluación permanente de recursos, y que, lamentablemente, no han propuesto una política que se actualice de manera continua en relación a la demanda de servicios y mejora de la oferta según los avances tecnológicos.

Dicho esto, debería invitarse a reflexionar en cómo gestionar la dotación de recursos a nivel del Seguro Social, cuyos lineamientos mínimos deben comprender la sistematización de una metodología para el estudio de la brecha oferta-demanda a nivel nacional, que incluya el análisis de la demanda de los asegurados por cada servicio de salud, establecimiento y región, optimizando los recursos en los diversos servicios a nivel nacional, determinando el requerimiento de equipos, instrumental y recursos humanos de acuerdo al nivel de atención y población adscrita, evaluando el proceso asistencial para el uso eficiente y racional de los recursos humanos por grupo ocupacional y con ello la necesidad de los mismos en función a la infraestructura y equipamiento para determinar las posibilidades de oferta de cada establecimiento, así como analizar y ofrecer alternativas que incluyan una política de reubicación y desplazamiento del personal dentro de la Red, entre otros aspectos destinados al fortalecimiento de los anillos de contención en las Redes de ESSALUD.

En este sentido, un estudio real de recursos asistenciales permite contribuir para una definición integral de las necesidades y prioridades de atención de la población -sobre criterios epidemiológicos-, y el cálculo de la brecha oferta-demanda para fines de programación, así como identificar las distorsiones presentes, posibilitando el diseño de estrategias correctivas, en relación a recursos humanos, adscripción de asegurados, presupuesto, entre otros que permitan su adecuada y oportuna atención.

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