lunes, 3 de febrero de 2020

SOBRE EL ABANDONO EN LOS DEMÁS SECTORES



Desde inicios de este año hemos sido testigos de dos sucesos que han evidenciado la fragilidad del sistema de salud, tanto a nivel de la capital como a nivel de lugares alejados. Dos tragedias que comprometen no solo la oportunidad de atención y la seguridad de poder realizar una labor asistencial. Dos eventos que, en sí, también reflejan un abandono intersectorial el cual no es advertido por la medianía y la altisonancia.

En este caso nos referimos a que, para brindar un servicio de salud, éste debe contar en tener un acceso rápido y oportuno para aquellos que caen en situaciones críticas de salud, como también para aquellos que lo realizan. Y que para estas atenciones no basta tener a los profesionales y la infraestructura si es que no se desarrollan articulaciones con otros estamentos que le dan sostenibilidad a sus atenciones, y si tampoco no se observan las condiciones en las cuales un peligro puede ser evitado cuando se cumplen con dichas obligaciones.


Dicho esto, tenemos como primer elemento común al acceso, el cual se cumple cuando se facilitan vías a los poblados alejados, como también cuando se vela por su mantenimiento luego de entregar una vía a la comunidad. Ambas comprometen la responsabilidad del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) así como de las autoridades regionales y locales, debido al rol gestor que poseen y el trabajo conjunto que les compete hacer, dado que a naturaleza de nuestro medio es  por sí agreste, y necesita contar con las pericias suficientes para su planificación, elaboración, ejecución y posterior supervisión. 

Otro elemento en común es sobre la seguridad pare quienes brindan atención como para quienes están obligados a prevenir, esto relacionado a dos aspectos: el educativo, el cual se comparte con la comunidad y con quienes laboran en ella, y el legal, el cual compete a las organizaciones y las empresas cuando deben cumplir con el mandato normativo. Ambos comprometen a quienes son responsables de brindar servicios públicos, como también a aquellos que son elegidos por la ciudadanía para velar por su cumplimiento.



Sobre este último punto, termina éste siendo el determinante para evitar este tipo de sucesos, dado que la representación que ejercen al ser elegidos (a nivel nacional, regional y local) les faculta de atribuciones y les proveen de herramientas para poder priorizar las carencias alrededor suyo, que conllevan a decisiones políticas que se realizar a partir de esas necesidades, la cual debe ser basada en situaciones concretas y no en conjeturas que devengan en propuestas demagógicas. Esto en relación también a la movilización ciudadana, motor permanente de cambio para poder crear condiciones de mejora, la cual debe tomar conciencia de su rol organizativo para revertir condiciones adversas, injustas e inequitativas, debido a que su desenvolvimiento como comunidad les da la posibilidad de acceder a lo que les corresponde.


En este sentido, consideramos que la intervención ciudadana y su participación política en los demás sectores es también importante para sostener los servicios sanitarios, debido a que garantizan su continuidad, contribuyendo con ello a evitar ser sobrepasados en sus alcances y fortaleciendo los enlaces con la comunidad para su desarrollo.

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