La tarea de esta agrupación ha sido mantener viva las inquietudes de quienes observamos cómo se maneja y decide sobre la salud en nuestro país. Así, señalamos sus limitantes para atender las justas necesidades de la ciudadanía así como sus inclinaciones a favorecer a los grupos de poder. Mas, siendo este un pequeño espacio de información -dentro de la gama de alternativas que nos ofrecen otros medios-, hace necesario una pausa y una reflexión.
En este lapso, hemos sido testigos de cambios de mando en la presidencia de la república, mas no en el cambio del sentido político, económico y social que requiere nuestra población, más allá si quienes dirigen la salud como ente rector tengan pergaminos académicos, relaciones sociales o poder decisivo aunado a otros intereses. La falta de norte ha agudizado las condiciones de salubridad, reflejado en los datos estadísticos del último quinquenio, a partir de la continuación de reformas que no incluyen cambios sustantivos para el soporte de salud en sus diversos aspectos.
Durante este tiempo, hemos visto también dentro de las universidades, y en los centros de formación profesional y especializado, la necesidad de debatir, ampliar y tomar conciencia sobre esta problemática, más allá de la coyuntura, debido a que urge cambiar el paradigma para enfrentar estas dificultades, siendo la ligazón económica el principal nudo a desatar.
Dicho esto, este blog se reafirma en su contribución de nuevas alternativas, junto con el convencimiento de ampliar los horizontes conceptuales y reflexionar sobre el marco formativo y ético que moldean a los actores que participan en el campo de la salud. De la misma manera, procuraremos aportar -dentro del contexto histórico, educativo y científico- con nociones y enseñanzas que ahora son ajenas en las generaciones más jóvenes, las cuales no merecen caer en la ignominia ni menos en la inercia, dado que siempre serán quienes impulsen el cambio que la salud necesita.
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