Así
como se ha visto afectada la perspectiva de la Salud Pública con la eliminación
de las plazas de residencia médica de la Especialidad de Gestión de Salud de la
UNMSM, hay un aspecto muy preocupante con respecto a la orientación que se ha
efectuado con la distribución de plazas de la especialidad de Medicina Familiar
y Comunitaria, en la cual se observa un enfoque sesgado sobre las prioridades
de atender en el Sector Salud. Esto en relación a que el CONAREME ha dispuesto -sorpresivamente (sin ningún estudio previo y evaluación del estado actual de los establecimientos del Primer Nivel de atención)- la reducción de dichas plazas a nivel del área hospitalaria y de las sedes administrativas que fueron extinguidas recientemente, considerando
aquellos que se encuentran en los centros asistenciales del primer nivel de
atención. Esto infiere un concepto errado de lo que se conoce como Atención
Primaria de la Salud (APS)
La
actual gestión Ministerio de Salud ha propuesto cambios que han afectado el
enfoque de la APS a nivel nacional, muy a pesar de estipular textualmente en su
plan de gobierno énfasis a la atención primaria de salud. Esta situación deja
claro la desarticulación del anuncio electoral y la capacidad por generar la
reorientación del sistema de salud, impactando negativamente en su ROF y
Organigrama, la capacidad de gestión y de toma de decisiones. Esta condición ha
estado aunada también a otras medidas lesivas como la eliminación de las
Direcciones de Salud (DISAs) y el IGSS, además de la recentralización de Direcciones ya mencionada,
aumentando la incertidumbre sobre la direccionalidad que necesita el Sistema de
Salud en lo que concierne a la Accesibilidad o Primer Contacto, Cupo y
Longitudinalidad, Integralidad y Coordinación, elementos esenciales de la APS.
La
Atención Primaria de la Salud es pilar fundamental en modelos de salud de
diversos países, ya que es una forma eficaz de enfrentar los problemas de
salud, con equidad y justicia y dentro de restricciones económicas cada vez
mayores, siendo una estrategia que responde a importantes cambios en los
terrenos social, político y económico. La APS no es un programa especial con
misérrimo presupuesto con atenciones muy elementales y menos un paquete de
actividades mínimas con carácter de limosna. Asimismo, no es el nivel más
periférico de un sistema de atención médica ni un servicio auxiliar ni
reparativo dentro del contexto tradicional de salud. Y este es el aspecto más
preocupante de la actual gestión, con una orientación equivocada sobre cómo
implementar esta estrategia, viéndose en la actualidad poco desarrollada y
relegada constantemente en la agenda sanitaria.
Así,
se debería considerar las experiencias de otros países en cuanto a formación de Médicos de Familia, que sostienen la estrategia de tránsito del médico residente entre establecimientos de mayor complejidad y de menor complejidad, en donde en este último deben garantizarse las condiciones ideales para el adecuado trabajo del futuro Médico de Familia, involucrando el ámbito comunitario, en la cual se integren los
servicios de los tres niveles de atención. Estas decisiones erradas no hacen
más que contribuir al colapso de nuestro sistema sanitario, cuyos problemas de
salud hubieran sido resueltos desde el primer nivel de atención, el cual debe
desarrollarse tanto en cantidad como en calidad.
La
experiencia respecto a la implementación de la APS en nuestro país ha sido
limitada, y medidas como la reducción de plazas no hace sino demostrar que el
enfoque a nivel del MINSA es reduccionista, pues muestra un predominio de
acciones recuperativas centradas en las personas y fragmentada por etapa de
vida sobre otras acciones requeridas en la familia, la comunidad y el entorno,
y que no ha sido capaz de enfrentar la segmentación y fragmentación del
sistema, con la consecuente demanda insatisfecha. A ello se añade el problema
de desprotección financiera en salud y el déficit de recursos humanos, que
adolece todo el sistema de salud.
En
esta medida no está excluida de responsabilidad la Universidad, la cual
comparte debido a una falta de previsión ante la eventualidad, siendo uno de
sus aspectos de enseñanza ya inculcados el de la atención comunitaria, además
de no contar con el personal docente adecuado en el primer nivel de atención
que pueda ejercer el tutelaje requerido,
el cual ayuda al residente de dicha especialidad afianzar conocimientos dentro de ese ámbito,
con un peligro de generar profesionales sin un perfil completo y restringido
sobre su especialidad. Esto en relación también a que en los EESS de primer
nivel no están preparados ni logísticamente ni técnicamente para afrontar este
gran reto, lo que evidencia una falta de un trabajo consensuado entre MINSA y
el claustro académico.
Es
por eso que alertamos el riesgo de no tener las sedes del primer nivel en
condiciones para afrontar este reto, además de considerar que la asignación del
médico familiar no debe circunscribirse solamente en el primer nivel, debiendo
para ello transitar por los niveles hospitalarios.
Por
lo expuesto, sostenemos que campo clínico para desarrollar dicha especialidad no
se circunscribe solamente al primer nivel de atención, sino a todo el sistema
de salud en su visión integral, tanto a nivel central como descentralizado.
Porque con ello se contribuirá a la disminución de los costos de cuidados de la
salud, mejora el acceso a los servicios y mayor equidad en salud, logros que se
ven reflejados en mejores resultados en salud de las personas, las familias y
la sociedad, mejorando la equidad porque su enfoque es menos costoso y más
rentable si se comparan con los sistemas orientados hacia la atención
especializada. Y con ello se minimizan los gastos de bolsillo y los costos
indirectos de la atención de salud, poniendo énfasis en la universalización de
la cobertura para eliminar los factores socio–económicos que actúan como barreras
para el acceso a la atención necesaria.
Primero
la primaria.
NOTA:
Ya en este Blog se ha propuesto un Sistema orientado a la Atención Primaria de
Salud:
http://concertasaludperu.blogspot.pe/2016/09/primero-la-primaria.html